V u e l o.


La arena me toca,
susurrando mucho invierno,
hablando de otoño,
encumbrando a primavera...
Y cerrando vida.

La arena no sabe nada.
Pero acepta todo sin preguntar.
No es un oasis, es hoy, es la verdad.

El aire se mueve y yo vuelo con él.
Como si mis alas nunca se hubieran cerrado, como si nunca hubieran hecho el vuelo de su vida,
sin planear.
Ese mismo vuelo que no necesitó alas, porque las sacaba solo.

El mismo del que ahora solo queda tiempo para escribir.

N.

Comentarios