Los Maestros Silenciosos existen.



Los Maestros Silenciosos existen.  

Ellos no hablan, pero avanzan por la vida enfrentando lo que les viene sin aparente miedo. Y aunque el viento les ha tirado al suelo castillos con muchos más pisos que los tuyos, aún crean puentes. 

Si los ves andar, obsérvalos todo lo profundo que sepas, y tu mundo girará mucho más rápido por unos segundos.

Si los ves llorar, escucha sus porqués y entenderás que simplemente lo malo a veces ocurre, sin predecirlo. 

Si los ves sonreír, no olvides nunca nunca ese recuerdo. Las sonrisas con ansia por salir son las mejores, las que saben lo grande que fue felicidad cuando conocieron a tristeza.

Pero, sobre todo, si has tenido la suerte de cruzarte con alguno de ellos no olvides una cosa: has oído su silencio, ahora imagina tus puentes.


N.

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