Más pasos, menos tumbos.


Que la prudencia no te hiele, porque serás una estalactita con dudas, un voz que buscó el grito desgarrado y resultó estar hablando sin parar, mientras callaba.

Tampoco es todo un drama, la vida no solo está llena de imposibles. Pero tiene demasiados tristes improbables condenados al largo plazo por falta de guía. Vale, muchos de ellos son sueños a lo loco, a lo lotería, a lo "algún día". Pero es que hay unos poquitos que me acompañan cada día y a los que, en el fondo, no quiero mandar callar, o no sé cómo... Así que siento que nunca se marcharán.

Será porque tengo que empezar a dar más pasos y menos tumbos.

Será por la magia que tiene dejarse llevar... 

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