S u e ñ o s

Hay dos tipos, todo depende de cómo los sueñes: cerrando los ojos, abriéndolos.
Entre unos y otros se vive la vida, con unos y otros madura la vida. 
De los nocturnos puedes no volver a acordarte, o que se repitan tanto en tu memoria que necesites aprender a dormir de otra forma. Pero siempre aprendes a hacerlo, a vivir sin ellos. Los diurnos son retos. Pero también son huidizos, porque aun haciéndose realidad, amenazan con marcharse. Una amenaza que te lleva a elevarlos aún más, a desearlos con tanta fuerza que el resto no importa.

Agárrate a ellos, tenemos ojos para abrirlos y soñar mucho, a ser posible bonito.

N.



Comentarios

  1. ¡Hola, soy de Universo de A! (https://universodea.wordpress.com/) y estaba recorriendo la Blogoteca para dar mis votos, te he encontrado… y me he decidido a ello; básicamente porque me ha parecido ver cosas en común, pues a ambos nos interesan los medios de comunicación; sin mencionar que me encanta que tu blog haya comenzado siendo una obligación y se haya transformado en una afición.
    Respecto al tema que tratas en el post, es un tema difícil el de los sueños, pues hay que saber muy bien medir cuando se pueden hacer realidad o sólo pueden ser ficción... ¡y al final tener mucha suerte para hacerlos realidad!.
    En fin, a lo mejor te interesa echar una ojeada a mi blog, te gusta lo que escribo, ¡y me votas pues también participo en los Premios! (http://lablogoteca.20minutos.es/universo-de-a-26423/0/); y quién sabe, tal vez podamos incluso seguirnos e intercambiarnos comentarios en nuestros respectivos blogs más allá del concurso… en cualquier caso, ¡felicidades por tu labor bloguera!.

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