Predecir el futuro,
es bueno para tu futuro,
ese no tiene futuro,
ya se verá en el futuro...
quién diría que vivimos en el futuro, y no en el presente.
¿Pero donde estamos en realidad? Supongo que con la mente en otro punto, viviendo a largo plazo porque siempre hemos oído que lo bueno está por llegar. Y entonces, claro, nos ponemos a esperar a que eso bueno llegue. Y a veces la espera supone no hacer ni caso al presente. Pobre presente, cuantas cosas buenas tiene que no apreciamos. Somos depredadores del día a día que ansían que las cosas funcionen mejor mañana, o pasado mañana si hace falta.

Pero un día, una de tus metas de futuro se cumple, y desde esa satisfacción enorme que solo dan los triunfos que realmente has luchado, te das cuenta de que en el camino no lo has pasado muy bien, que ha habido momentos muy difíciles donde te has bloqueado y que en realidad ESPERAR no te ha ayudado demasiado.

Y entonces es cuando también te das cuenta de que hay que hay que disfrutar más los trayectos en metro, bus y coche, los preparativos de una fiesta, cocinar mucho rato antes de comer, dormir antes que pensar en despertar y viajar antes de morir ahorrando. Ese tipo de cosas que te dan un poquito más la vida hoy, no mañana.

N.

Comentarios