Cuando la Publicidad narra.

Cuando la publicidad narra. Cuando esto ocurre, un anuncio se convierte en otro tipo de pieza audiovisual. Incluso aquellos que detestan la publicidad y siempre hablan de su carácter intrusivo y molesto reconocen este tipo de anuncios. Son anuncios cuyo discurso puede escogerse de entre un millón de historias reales que ocurren día a día y que simplemente son mejor vehículo para contar algo acerca de una marca o producto.
 Como norma general, la publicidad busca llegar al público a través de un mensaje claro y sobre todo eficaz, consiguiendo o no la compra del producto/servicio anunciado por parte del público, además de su confianza y fidelidad. Para conseguir estos objetivos yo identifico dos grandes vías que suelen escogerse a la hora de trabajar en el desarrollo de la creatividad de una campaña en el panorama publicitario actual: la que utiliza un discurso destinado a representar fielmente la realidad, y la que utiliza la ficción. Defiendo que sea la vida real la encargada de transmitir sensaciones al público. Aunque soy consciente de que muchas veces, por los particulares atributos del producto/servicio, resulta más fácil recurrir a lo imaginario, a lo ficticio y que, además, muchas veces es donde mayor creatividad se encuentra.
Aun así, a veces la publicidad nos deleita con piezas de una sensibilidad y emoción que hacen olvidar el carácter publicitario del anuncio. Creo que este tipo de piezas contribuyen a mejorar el mundo publicitario. Dan una lección de cómo se puede hacer un buen trabajo sin recurrir a campañas repletas de tópicos que anuncian las bondades de un detergente o de un banco y no van más allá. La fusión realidad y creatividad es una apuesta de lo más efectiva.
 También es cierto que hay que saber cómo contar esa realidad. No sirve cualquier spot que pretenda contar una historia real. Y por otro lado, también ocurre que muchas veces se hacen piezas publicitarias con una historia real donde se pierde el vínculo con la marca, donde parece que la historia le vaya grande al producto y no se esté desarrollando una campaña coherente. Hay que cuidar estos aspectos, por eso una campaña basada en un discurso real no es siempre la mejor alternativa, aunque cuando lo es y se sabe llevar a cabo adecuadamente, puede resultar perfecta.
A raíz del Seminario sobre Ficción y no ficción en los discursos creativos de la cultura Española que tuvo lugar esta semana, el  7 y 8 de Marzo de 2012 en la Facultad de Ciencias de la Información, tuve la oportunidad de darme cuenta del papel tan relevante que juega la realidad en el buen resultado de una pieza publicitaria. Juan Nonzioli, Mónica Moro y Rebeca Díaz Morales, tres enormes profesionales de la publicidad, hablaron del éxito de algunas de sus creaciones publicitarias con discurso basado en la realidad.
Me quedo con la última campaña de la agencia McCann Erickson para la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), obra de Mónica Moro y Rebeca Díaz Morales, como directora creativa y realizadora respectivamente. Destaco la sensibilidad de esta pieza, su capacidad de conmover y finalmente su efectividad a la hora de trasmitir un mensaje claro y honesto, tratándose de un tema tan difícil.

Si a esta realidad, se le suma Fix you de Coldplay la mezcla se hace difícilmente superable.  “Contigo seremos más fuertes”.

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