Y fue más fuerte de lo que nunca había imaginado.
La venganza de la lágrima interrumpida.
Tuvo tanto por lo que temer algunos días; sola, pero tan viva frente al mundo. Se movió por lo desconocido, se guió a oscuras confiando en una luz que solo intuía. A veces no parecía suficiente; otras, una rabia nueva dominaba. La experiencia siempre tan sabía, a veces era bien escuchada.
Cuando todo se iba calmando, aún tenía que pararse para creer que eso que veía, brillaba más que la luna.
Elevarse a su otra potencia era posible, descubriendo cada día lo que antes no existía.
Creando.
Con sus pasos como único confidente.
N.
Comentarios
Publicar un comentario